jueves, mayo 19, 2005

Marionetas en el metro o..de artistas por descubrir

Hoy era un dia para relajarse, pasear y descansar. Habia quedado para desayunar con Laura y comer con Moni así que me he levantado temprano y he cogido el tren. Barcelona estaba llena de gente y bulliciosa de actividades. En Plaza Catalunya los stands de la Cursa te animaban a apuntarte para lograr un nuevo récord y la Asociación Contra el Cáncer pedía donativos al tiempo que enganchaba las pequeñas pegatinas en las solapas de los más solidarios. Cuando me han parado he pensado en mi abuela y he comentado la situación con la voluntaria. He hecho mi donativo y después de recoger la cinta que me ha regalado para el coche me he dirigido hacia el metro de Urquinaona. Por el camino un chico joven argentino me ha parado preguntándome si deseaba apadrinar a un niño. Le he dicho amablemente que no y como estrategia me ha sugerido que seria una madrina muy bonita. Cuando le he dejado atrás he pensado para mi misma: "Eres asistente social, voluntaria de Cruz Roja y montas una empresa para la tercera edad. Seguramente algun dia apadrines a un niño pero por el momento tu cupo de ayudas sociales está cubierto". Y medio divertida por mi pensamiento he entrado en el metro.
El metro es uno de los sitios que más me desagradan pero reconozco su comodidad a la hora de desplazarte. Me he sentado junto a la ventanilla dispuesta a pasar otro cuarto de hora de tedioso viaje. Entonces en la primera parada un joven, también argentino,a entrado y nos ha deleitado a todos con un espectáculo de lo mas entretenido. Ha colocado una tela a modo de escenario y con tres marionetas y algo de música nos ha ofrecido un divertido show musical. La chica guapa, el chico malo y el trompetista todo ello amenizado con las canciones de Pretty Woman, Sex Bomb y un solo de trompeta. De repente el metro ya no era aburrido y oscuro. Le gente miraba con recelo pero curiosamente el chico ha recibido una buena gratificación por parte de todo el mundo por la gracia con que daba vida a los pequeños muñecos de trapo. La gente suele molestarse con las intrusiones en el metro. Yo misma, a pesar de mi carrera, me molesto con toda aquella gente que sube a pedir porque sabes lo que hay detrás de la mayoria de ellos. Pero cuando hablamos de arte es diferente. Algunos piensan que es una pena que tengan que estar en el metro haciendo tal o cual cosa, yo creo que al contrario, es una maravilla que compartan su arte y su magia con nosotros y deberiamos sentirnos agradecidos de que nos hagan el viaje tan ameno.
He salido en Alfonso X y alli esperaba Laura. Su primer comentario ha sido que donde iba tan guapa aunque estaba siendo un martirio haberme arreglado tanto: los dichosos tacones me estabn matando y la blusa de gasa me estaba dejando achicharrada de calor. Luego ha comentado el efecto drástico de mi dieta diciéndome que se me notaba mucho que habia adelgazado asi que he decidido que en vista de los resultados hoy me permitira saltarme el régimen. Hemos desayunado y en apenas media hora estaba de vuelta en Plaza Cataluña. ¿Porque hasta en los dias de relax siempre acabo llegando tarde y corriendo a todos sitios?.
Con Moni hemos comido en el Picadero mientras le resumia cinco meses en dos horas y no dejaba de hablar. Mientras, ella me contaba lo de su separación. Por suerte, nos hemos reído cada cinco minutos porque es con una de las personas con las que jamás se estar triste, asi que he convertido mi pequeña historia en un conjunto de sátiras e ironias. Ha sido divertido. La botella de vino ha contribuido a ello. Después hemos ido de cañas tradición imperecedera que tenemos cuando estamos juntas. A las cuatro de la tarde, llevaba tal alegria en el cuerpo que todo me parecia encantadoramente maravilloso. De nuevo un chico argentino se ha acercado a nosotras en la terracita donde estabamos y nos ha dejado un par de libros sobre la mesa. A estas alturas ya no sabia si estaba en Barcelona o en Argentina. Los he ojeado y uno de ellos me ha llamado la atención asi que se lo he comprado. Era un escritor independiente llamado Victoriano. Se ha agachado a mi lado y me ha preguntado el nombre para dedicarme su obra. Ha escrito: "A Sonia: para que tu despertar sea gradual". Hemos comentado algo del libro y al hablar sobre la vida y la muerte me ha dicho que justo hoy su padre hubiera cumplido sesenta y seis años. De nuevo he pensado en mi abuela y como si fuera algo providencial o como si alguien le hubiera enviado allí, expresamente a mi mesa ha dicho: "...pero la vida sigue Sonia, unos mueren y otros nacen..". Después me ha preguntado por mi horóscopo y me ha dicho "eres un signo de fuego, eres fuego". Y asi me he sentido de golpe como si tuviera en ese momento toda la fuerza y la pasión del fuego. Luego me ha estrechado la mano suavemente y me ha dejado su correo "por si quieres comentarme algo del libro" ha dicho.
Lo he empezado a leer en el tren de vuelta a casa y he tropezado con frases tan rotundas y verdaderas que de nuevo el viaje ha sido un placer. Una de ellas era "los libros no te enseñan nada, solo te recuerdan lo que ya sabes". Entonces he recordado a una persona que un dia me dijo que yo buscaba aprender todo lo que los libros no me enseñaban, y no se si por efecto del dia o por las experiencias vividas, por primera vez le he recordado sin tristeza, como uno de esos artistas por descubrir que aparecen y hacen tu dia mejor y se van. El también me enseño su arte, el más complejo: el arte de la vida. A él le deseo muchos dias felices como el que yo pasé hoy.